Sugerencias: Atuendos para la Guardia Cristiana de los almohades y caballeros normandos de Tarragona

Rampante-Cid
00sabato 15 marzo 2014 16:18
Hola me presento soy Rampante-Cid, un español de las neblionosas tierras gallegas. En primer lugar quiero felicitaros y daros las gracias por vuestro trabajo hasta el momento con la serie de mods "Bellum Crucis", que con cada nueva versión dan fe de la fama de las "obras de arte" hechas por italianos [SM=x1140427] [SM=x1140427] !!!

Pasando al tema de este post, quería haceros dos sugerencias. En primer lugar respecto a la guardia crsitiana de la facción almohade, que es sin duda alguna una de mis unidades favoritas del mod y especialmente por sus cascos cerrados típicamente hispanos[SM=x1140522]. Sin embargo, y aquí va mi sugerencia, hay un aspecto en el que creo que se podrían hacer más realistas: su falta de atuendos para mitigar el inmisericorde sol veraniego de España (excepto las "siempre verdes" tierras de Galicia.) Y es que si lo razonais (a pesar de que el caballero cristiano de la imagen de osprey del glorioso Angus Mcbride, de la que veo os basasteies para hacer esta unidad, va con la cota de malla al descubierto) os daréis cuenta de que dado que la mayoría de las campañas militares en España se realizaban en verano, sería una auténtico calvario para estos cavalleros marchar en campaña a través de las tórridas llanuras andaluzas (especialmente en verano cuando es normal que se alcanzen los 45 grados centígrados al mediodía), o en las estepas de Castilla la Mancha y la costa valenciana, sin algún atuendo con el que cubrir sus cotas de malla (a noser que quisieran llegar muy "cocidos" al campo de batalla.)

Por eso he pensado que podrías darles unos atuendos con los que cubrir sus cotas de malla del sol. Dichos atuendos deberían ser de tipo andalusí y oriental, al estilo de sus compañeros musulmanes del ejército almohades. Y sus colores podrían ser de colores claros como blanco, anaranjado, etc. para repeler lo máximo posible el calor del sol.


Si os interesa la idea aquí os pongo unas cuantas imágenes de guerreos andalusíes que os podrían servir de inspiración para los atuendos de la guardia cristiana:


Caballeros Andalusíes:

1.bp.blogspot.com/-nlYFrX1j4AY/T1DjSamZyhI/AAAAAAAAJPc/PmDpiIaKbCo/s1600/Osprey_The_Armies_of_Islam_caliphate_cor...

0.static.wix.com/media/3ec10b_235c67a7f93a28465ba5fc87e74dfe5e...


Saqaliba (Guardia "eslavo" de los califas omeyas de al-Andalus):

imageshack.us/a/img16/1647/saqaliba.png


Escena de la Reconquista: a la izquierda un caballero castellano, en el centro un caballero andalusí y a la derecha un peón castellano. El dibujo es de neurotrophik en cuya página podeis encontrar más imágenes fantásticas de guerreros medievales: neurotrophik.blogspot.com.es/2013/03/thegns-normandos-caballeros-husita...

4.bp.blogspot.com/-5pkhSXE-zgw/UVWzw5xNaZI/AAAAAAAAAMk/JyTcfbXB-oc/s1600/caballero+ibe...




Rampante-Cid
00sabato 15 marzo 2014 16:43
Mi segunda sugerencia es que para la versión 7.0 del Bellum Crucis incluyais una nueva unidad para el roster de la Corona aragón: caballeros normandos, que representarían a los que históricamente combatieron en numerosas de las campañas de reconquista de los monarcas cristianos de Aragón. Y más concretamente los que acompañaron a Roger D´Aguilo a Aragón, donde más tarde le fue concedido el poco conocido "Principado de Tarragona" un extraño señorío medieval creado después de la conquista de Tarragona, despoblada desde la conquista muslmana. Y aunque Roger acabo renunciando al principado su hijo Guillem siguió combatiendo por sus derechos sobre el principado con el arzobispo hasta que tras el asesinato de Guillem por orden del arzobispo Hugo, los hermanos de Guillem, Robert, Ricard y Berenguer, se vengaron asesinando a Hugo en 1171, tras lo cual se exiliaron a Mallorca.


Aquí os pongo lo que dice sobre el principado en la Wikipedia y las Biografías de Roger y su hijo Guillem:


Principado de Tarragona

Recibió el nombre de Principado de Tarragona una concesión de gobierno feudal otorgada por el obispo San Olegario en 1128 a Roberto de Aguiló con autorización del Papa, como donación efectuada por Ramón Berenguer III, conde de Barcelona, para repoblar y hacer fructíferas las tierras de la antigua sede tarraconense y el campo de Tarragona de su entorno, que habían quedado despobladas durante la dominación musulmana.

A la muerte del obispo concesionario, Oleguer de Barcelona, las donaciones habían de ser de nuevo pactadas y el obispo que le sucedió, Bernardo Tort propuso un nuevo acuerdo de cesión cuyos términos no satisficieron a Roberto de Aguiló y el nuevo arzobispo, con la aprobación del papa León IX, restituyó el gobierno de estas tierras al dominio del conde Ramón Berenguer IV de Barcelona en 1151.1 2

Índice

1 Origen histórico: la "Cruzada" de Tarragona y la reconquista catalana
2 Robert d'Aguiló, concesionario del territorio pontificio a título de «príncipe de Tarragona»
3 Fin de la donación: asesinato de Guillem d'Aguiló promovido por el arzobispo
4 El principado de Tarragona: concesión bajo la soberanía del conde de Barcelona
5 Referencias
6 Bibliografía

Origen histórico: la "Cruzada" de Tarragona y la reconquista catalana

La región de Tarragona era en el siglo XI un territorio fronterizo entre los catalanes cristianos del Norte y los musulmanes del Sur. Se hallaba sometido a la soberanía del Califato de Córdoba (hasta su desmoronamiento) y del Reino musulmán de Tortosa, posteriormente.

En julio de 1089, el papa Urbano II se dirigió al conde de Barcelona, como princeps de Cataluña, así como a los obispos, nobles y barones catalanes, para que emprendieran la reconstrucción de Tarragona y poder proceder a la restauración de la metrópoli eclesiástica, otorgando los privilegios y prebendas eclesiásticas que se concedían a los cruzados peregrinos de Tierra Santa.

Sin embargo, a esta llamada a la "Cruzada" (reconquista cristiana) de Tarragona contra los musulmanes no respondió el soberano catalán con excesivo entusiasmo, ya que la región era una tierra "de nadie", abandonada y despoblada, que ya había sido objeto de anteriores e infructuosos intentos de reconquista. Así, en 1090, el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II el Fratricida, hizo una solemne "donación de la Ciudad y el Campo de Tarragona a Dios y al Príncipe de los Apóstoles y su Vicario", según afirma Josep Iglesias en su obra "La restauración de Tarragona".[cita requerida] Estas concesiones de los derechos de tierras aún por conquistar eran habituales en la sociedad feudal peninsular. Así ocurrió por ejemplo con concesiones de derechos de Lérida para cuando fuera conquistada a la sede episcopal de Roda-Barbastro. El Papa Urbano II creó entonces una orden militar de caballeros sometida a los agustinianos, encargada de dar impulso a la incorporación tarraconense a la Iglesia Católica. No obstante, a pesar de diversos intentos, estos caballeros cruzados, procedentes de toda la Europa occidental, no alcanzaron el objetivo militar de acabar con la resistencia musulmana en la región de Tarragona.

No fue, en cambio, hasta el año 1116 cuando las tropas catalanas del conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, tomaron la ciudad de Tarragona a las musulmanas, culminando el proceso de reconquista de la región de la actual provincia de Tarragona. No obstante, quedaron pequeños reductos de resistencia musulmana, que habían huido a refugiarse en poblaciones de la Sierra de Prades (en fortificaciones y castillos ubicados en las cimas de las montañas, siendo el caso de Siurana el más paradigmático).

El 23 de enero de 1117 de la Encarnación, o sea, el año 1118, el conde Ramón Berenguer III daba la ciudad y el campo de Tarragona al obispo Oleguer de Barcelona, el que sería después ascendido al altar con el nombre de San Olegario. Resulta significativa la afirmación efectuada en aquel traspaso definitivo de la antigua (e Imperial) Tarraco (Tarragona), que se la declaraba "destruida y desierta, sin cultivos ni inquilinos".

Con la intención de proceder a su inmediata repoblación y a restaurar el poder de la Iglesia sobre la Sede Metropolitana de Tarragona, el obispo Oleguer de Barcelona (San Olegario) buscó la ayuda entre los nobles guerreros cristianos que habían acudido a la llamada de la Cruzada. Fue así como contactó y entregó la ciudad y región de Tarragona a un caballero normando: Robert de Colei, conocido más tarde como Robert d'Aguiló, en calidad de Príncipe de Tarragona.
Robert d'Aguiló, concesionario del territorio pontificio a título de «príncipe de Tarragona»

El 14 de mayo de 1129, el obispo Oleguer de Barcelona firmó la carta de cesión de la soberanía de la Ciudad y el Campo de Tarragona, a Robert Bordet de Cullei, confiriéndole el título de «príncipe de Tarragona». Se trataba de un caballero normando que después de casarse en segundas nupcias con la hija de un noble catalán pasaría a ser conocido como Robert d'Aguiló -forma catalanizada de su lugar de nacimiento Cullei o Acullei (actual Rabodanges en Orne, Francia)3 4 5

Esta cesión de soberanía era, realmente, un pacto feudo-vasallático, del que quedaban excluidos los bienes eclesiásticos. La región de Tarragona se constituía, por tanto, como un territorio en tenencia o donación feudal subordinada al arzobispado y a Ramón Berenguer III, con el obispo Oleguer Bonestruga presidiendo la metrópolis eclesiástica tarraconense y, tras rendir homenaje al prelado, con Robert d'Aguiló gobernando «la honor» o tenencia bajo el título de príncipe de Tarragona, en calidad de defensor y protector. Es decir, lógicamente, contando con el beneplácito tanto del Papa Gelasio II -al que Oleguer de Barcelona había acudido a prestar obediencia en 1117- y del conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, como conde de Barcelona y quien, en última instancia, era el señor al que se infeudaba el tenente de esta región tarraconense (Oleguer de Barcelona era muy próximo a la Casa de Barcelona).

A partir de la infeudación de Tarragona, los normandos, comandados por Bordet, se instalaron en la ciudad. Robert Bordet aprovechó una antigua torre romana todavía en pie, la actual Torre del Pretorio, para establecer su castillo. Se iniciaba así un primer proceso de colonización de la ciudad, dirigido sobre el terreno por Robert, pero controlado desde Barcelona por el arzobispo Oleguer y el conde Ramón Berenguer III.

Robert d'Aguiló fue un auténtico príncipe guerrero, un caballero medieval que reclutó soldados en su Normandía natal para consolidar el poder cristiano sobre la región. Encomendó parte de las tierras tarraconenses en vasallaje a diferentes caballeros cristianos, quienes tenían como objetivo repoblar la región. De esta época proceden buen número de las actuales localidades del Campo de Tarragona.
Fin de la donación: asesinato de Guillem d'Aguiló promovido por el arzobispo

La situación en Tarragona se complicó con la muerte del obispo Oleguer y la elección de su sucesor. En 1146, el nuevo arzobispo, Bernat Tort, un hombre de confianza del conde de Barcelona, fue nombrado en la ciudad. Se iniciaba así un proceso marcado por los continuos conflictos jurisdiccionales entre el Príncipe de Tarragona y el nuevo arzobispo de Tarragona, que debían acordar la renovación de la concesión de las tierras tarraconenses, con el consenso del conde de Barcelona.

En 1149, el Príncipe Robert d'Aguiló, cedió el gobierno a su hijo Guillem, intentando hacer heredad del señorío vitalicio donado en Tarragona. Este acto fue rechazado por el arzobispo Bernat Tort, quien consideraba que el verdadero derecho a nombrar un sucesor al Príncipe le correspondía a la Iglesia Católica, pues Tarragona pertenecía, realmente, al Arzobispado de Tarragona, según había establecido el conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, en el año 1118.

En 1151 el arzobispo hizo retrodonación de todos sus derechos sobre Tarragona a Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe y dominador de Aragón, pero el príncipe Robert no lo aceptó. En 1153, sin embargo, se alcanzó un acuerdo entre todas las partes implicadas, culminando con la renuncia a la tenencia de Tarragona de Robert d'Aguiló, quien optó, obviamente, por no enfrentarse al poderoso princeps catalán y a la alta jerarquía de la Iglesia.

Robert d'Aguiló murió entre 1154 y 1157 (no es segura la fecha), pero es segura la desaparición de facto et de iure del principado de Tarragona en esos años, por cuanto el arzobispo de Tarragona había devuelto al conde de Barcelona sus derechos sobre la ciudad y la región e, igualmente, el Príncipe Robert había renunciado en su favor en 1153.

No obstante, el hijo de Robert, Guillem d'Aguiló, que ya había sucedido a su padre en vida de éste, no reconoció su renuncia a la corona del principado de Tarragona y defendió sus derechos con las armas contra las tropas del nuevo arzobispo de Tarragona, Hugo de Cervelló, quien también era vasallo del conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV.

Las disputas se mantuvieron, con mayor o menor intensidad entre Guillem d'Aguiló y el arzobispo Hugo de Cervelló hasta que en 1168, en Tarragona, se celebró un juicio en el que se consideró válida la renuncia de Robert, pero concediendo a la familia Aguiló el derecho de nombrar "veguerías" y "justicias" en la región de Tarragona. Esta concesión no gustó al arzobispo Hugo y aquel mismo año (1168) ordenó el asesinato en Tortosa de Guillem d'Aguiló. Sus hermanos, Robert y Berenguer d'Aguiló, acabaron por asesinar a su vez al arzobispo Hugo de Cervelló y tuvieron que exiliarse en Mallorca en 1171, imposibilitándose así, cualquier intento de reconstituir como señorío el principado de Tarragona, que había quedado definitivamente integrado en el Condado de Barcelona, bajo la soberanía del conde de Barcelona y princeps de Cataluña, así como de las Cortes Catalanas.
El principado de Tarragona: concesión bajo la soberanía del conde de Barcelona

En el diploma de concesión al príncipe Robert d'Aguiló del principado de Tarragona se hace constar por6

el arzobispo donatario (14 de marzo de 1128) que ha recibido de Ramón Berenguer (III), «Illustris comes et marchio Barchinonensium et Provintiae» la ciudad y territorio que transmite, a los que convierte en este acto, «consilio et favore praedicti Raymundi Comitis, en Principatus del que al mismo tiempo instituye como Princeps a su nuevo vasallo.
Benito Ruano, art. cit., 1990, pág. 68.

Esto es, el conde de Barcelona Ramón Berenguer III establece, en palabras de Benito Ruano, un «extraño estado feudal» y transmite estas tierras a través del arzobispo a Robert d'Aguiló a título de princeps (que en el noroeste hispánico no tenía las repercusiones del norte europeo)7 infeudado al conde de Barcelona como «su nuevo vasallo»; y el territorio transmitido acabará siendo devuelto al Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. El conde de Barcelona era, efectivamente, el soberano de aquellos territorios. En una cita histórica, el profesor Eloy Benito Ruano recoge la forma en que el conde Ramón Berenguer IV firmó la aceptación de la renuncia a Tarragona por parte del arzobispo no sólo como «comes Barcinonae, Tortosae, lllerdaeque marchio», sino también como «princeps Tarraconae et Aragonum»7 (Príncipe de Tarragona y Aragón), si bien el sentido de estos princeps remitían a su capacidad para ejercer el poder, y no a que fueran un «Principado» entendido como una entidad política o estado medieval independiente. Aragón era un reino, gobernado por Ramón Berenguer IV a título de princeps; y el campo de Tarragona, un territorio dependiente del conde de Barcelona que la Iglesia cedió a Robert d'Aguiló con el título de «princeps».

Eloy Benito Ruano plantea, como conclusión, cuál es la «naturaleza y calidad de Principado tan sui generis» y señala como una de sus más destacadas características «La escasa entidad o consideración jerárquica que por esta vez parece haber merecido el título de Príncipe y el de Principado, en su contexto hispánico, a los protagonistas.»7

Por último, en la nota 48 a pie de página del citado artículo de Benito Ruano (1990, pág. 70), que juzga «congruente con cuanto llevamos consignado respecto al Principado tarraconense», se aduce la afirmación de un trabajo de L. J. McCranc8 (quien escribió la tesis doctoral Restoration and reconquest in medieval Catalonia: The Church and the Principality of Tarragona): «Princeps, in Catalan usage, had a generic meaning perhaps different from northern interpretations of what the title entailed» (princeps, en su uso catalán, tenía un significado genérico quizás diferente de lo que por tal título se interpretaba más al norte).9
Referencias

Ir a ↑ Buenaventura Hernandez, Francisco Morera, Descripción histórica de las estatuas, medallones, bajos relieves y bustos [... de Tarragona], 1865.
Ir a ↑ Una buena síntesis del episodio se puede encontrar en una información extraída de una página genealógica acerca de la baronía de Petrés a partir de Martí de Viciana, Chronyca de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su Reyno, 1563, (reeditado en 1881):

El Arzobispo Oldegario de Tarragona recibió del Conde de Barcelona don Ramón Berenguer la donación de la ciudad de Tarragona. A fin de reedificar y repoblar la ciudad, este Arzobispo nombró en el año 1127 Príncipe de Tarragona a Roberto de Aguiló, dándole todo el señorío de la tierra con sus términos (excepto los bienes y derechos eclesiásticos). En el año 1148 Roberto de Aguiló juró fidelidad al nuevo Arzobispo don Bernaldo, que le confirmó su derecho a las 4/5 partes de todas las rentas de Tarragona (el otro 1/5 se lo reservaba la Iglesia). En 1160 renuncia al Principado porque don Bernaldo, incumpliendo una promesa hecha a Roberto, hizo sucesor en el Arzobispado a don Hugo de Cervellón, al que en 1171 mata Guillem de Aguiló -hijo de Roberto- provocando la reacción del Papa Alejandro III, que proveyó que nadie del linaje Aguiló pudiese suceder en el Principado de Tarragona.

Ir a ↑ Miret i Sans, ‘La familia de Robert Burdet‘, Segundo congreso de historia de la corona de Aragón, I, 56-58
Ir a ↑ Norman and Anglo-Norman Participation in the Iberian Reconquistac .1018 -c .1248, Lucas Villegas-Aristizábal
Ir a ↑ The Normans in Europe, Elisabeth M. C. Van Houts books.google.com/books?id=IarkHmOdjnsC&pg=PA271&hl=es&source=gbs_toc_r&cad=3#v=onepage&q...
Ir a ↑ Eloy Benito Ruano, art. cit., 1990, sección «El Principado de Tarragona», pág. 68
↑ Saltar a: a b c Eloy Benito Ruano, art. cit., 1990, sección «El Principado de Tarragona», pág. 69
Ir a ↑ L. J. McCranc, «Norman crusaders in the Catalán reconquest: Robert Burdet and the Principality of Tarragona, 1129-55», en Journal of Medieval History, 7 (1981), págs. 67-82, apud Benito Ruano (1990), págs. 69 y 70, n. 48.
Ir a ↑ Eloy Benito Ruano, art. cit., 1990, sección «El Principado de Tarragona», págs. 69 y 70, n. 48.


Robert d'Aguiló

Robert d'Aguiló, d'Aculley, de Culley o Colei (c. 1100 – c. 1159), conocido también como Robert Bordet, fue un aventurero normando que se trasladó desde Normandía a la península ibérica a comienzos del siglo XI temprano. Nació en Cullei (actual Orne), según transmite Orderico Vital. En 1124 Robert llegó a ser gobernador del recientemente conquistado territorio de Tudela y se mantuvo en el cargo los dos años siguientes. En 1133 acudió a servir con su hueste a Alfonso I de Aragón en su campaña de conquista de Mequinenza y Fraga. Durante el sitio de Fraga Orderico Vital refiere que rechazó un ataque almorávide dirigido contra el sitio cristiano.

El 14 de marzo de 1129, le fue cedida la autoridad secular del distrito de Tarragona por San Olegario, obispo de Barcelona, con el título de príncipe de Tarragona (Tarraconensis princeps), de hecho, vídamo o defensor del territorio arzobispal.1 2 Mantuvo su cargo hasta 1153.

Robert se casó con Agnes Sibylla (fallecida en 1170), de la que tuvo cuatro hijos: Guillem (muerto 1168), Robert, Ricard, y Berenguer (que conjuntamente con Robert, asesinaron al obispo Hugo de Cervelló en 1171).


Y finalmente aquí os pongo una bonita imagen de un combate entre caballeros sículo-normados (también de neurotrophik):



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